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lunes, 12 de octubre de 2009

Viajes (V): Broto - Torla - Fragén

Hola! Hoy hablaremos de los "habitantes" de las montañas; de esos pequeños puntos que la vista pierde en el horizonte; de esos pedazos de historia viva; de esas huellas del pasado, que con un presente incierto, encaran un futuro en ocasiones inexistente, y que pese a ello, se resisten a caer en el olvido. Hoy hablaremos de los pequeños pueblos de los Pirineos.



Vista del Pirineo desde Oto.
A la izquierda, muro de piedra típico de la zona; a la derecha, las famosas chimeneas pirenaicas, o "chamineras"; todo ello bajo la atenta mirada de los Pirineos

Los Pirineos, esa enorme cordillera que separa España de la vecina Francia, y que según la leyenda es el enorme mausoleo donde descansa la bella y joven Pirene, cuenta con multitud de pequeños poblados a los que acudir cuando huimos de la agitada vida de la ciudad, y queremos refugiarnos entre sus montañas. Son bastantes los pueblecitos que podemos encontrarnos en nuestro camino por tierras pirenaicas, y hoy, en concreto, me gustaría acercaros los municipios de Sobrarbe, en pleno corazón del Pirineo aragonés.

La comarca del Sobrarbe está formada por más de un centenar de pueblos repartidos por las tierras pirenaicas, muchos de ellos abandonados. Son muchas las rutas que podeis hacer en tierras del Sobrarbe; por ejemplo, podeis visitar el Monumento Natural de los Glaciares Pirenaicos, sus espacios naturales protegidos, disfrutar del Carnaval de Bielsa... o simplemente, perderos entre sus pueblos.



Valle de Bujaruelo, en el Sobrarbe


Como punto de encuentro y de descanso, os recomiendo el pequeño pueblo de Fragén, municipio situado entre Torla y Broto y donde podreis descansar en Casa Arnal. Casa Arnal es una antigua casa tradicional rehabilitada hoy día como Casa de Turismo Rural, y que dispone tanto de habitaciones como de apartamentos para alquilar, y donde podreis descansar y tomar fuerzas con un sabroso desayuno sin gluten. En Fragén podeis visitar también su Iglesia, dedicada a San Martín, originariamente románica y que sufrió sus últimos añadidos en el siglo XVII.


Casa Arnal, el lugar ideal para descansar después de una excursión por tierras pirenaicas



Iglesia de San Martín, en Fragén, con su imponente torre - reloj y sus tejados de pizarra inclinados, para soportar las duras nevadas del invierno

En toda la zona del Sobrarbe, y en todo el Pirineo en general, la casa representa no únicamente un estilo de vida adaptado a un clima severo, sino también el sentir de sus gentes: la casa se identifica plenamente con la familia que la habita, y así, la línea que separa la familia de la casa se confunde y se traspasa, llegando incluso a identificarse la posición social de la familia, en función de la casa que habitan. Por ello, y bajo este prisma, no olvideis deteneros en las casas típicas que encontrareis por la zona; y en especial, en las llamadas casas fuertes o fortificadas, construcciones que poseen un torreón defensivo, y que nos indican ya la importancia de la familia que las habitaba.

Casas típicas pirenaicas, con sus tejados inclinados y sus gruesos muros de piedra; Torla


Así, si os acercais al cercano pueblo de Torla, entrada natural al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, y al precioso valle de Bujaruelo, podreis deteneros ante Casa Ruba, Casa Bun, Casa Lardiés, Casa Viu...



Los pueblos pirenaicos, misteriosos enclaves donde lo pagano...



... y lo cristiano, se funden y forjan el espíritu de las montañas


Ya en el municipio, podeis visitar la iglesia de San Salvador, emplazada en la antigua torre defensiva que protegía al municipio de ataques franceses (y que da nombre al municipio), o la ermita de Santa Elena, todo ello acompañados por el guía local que os mostrará todos los pequeños secretos de este poblado pirenaico.



Vista de Torla, con la iglesia de San Salvador presidiendo el conjunto


Para reponer fuerzas podeis acercaros al Restaurante el Duende, un lugar acogedor en el que, a pesar de que no cuentan con menú específico sin gluten, tras comentarle la situación, pusieron gran esmero y cuidado a la hora de elaborar los platos.



Restaurante El Duende, en Torla


Ya con las fuerzas repuestas, a pocos kilómetros de allí, podeis acercaros hasta Broto, núcleo que cuenta con dos barrios, o zonas claramente diferenciadas por el río Ara: el Barrio de la Santa Cruz y el Barrio de los Porches. Pero mientras Torla era el lugar ideal para perderse entre sus empinadas calles y caserones de piedra, en Broto es de visita obligada su antigua cárcel.



Restos del viejo puente medieval, junto a la torre - cárcel; Broto


Se trata de una antigua torre del siglo XVI situada junto al antiguo puente medieval. Esta torre fue destinada a prisión gracias al decreto de Jaime I (s. XIV) que permitía a la Casa del Valle de Broto impartir justicia entre los habitantes del municipio, en todas las materias; así, todo aquel que desafiara las leyes económicas, políticas o sociales, terminaba sus días entre sus oscuros muros. Oscuros, y no únicamente por la humedad del lugar, junto al río, sino también por la huella que dejaba en sus paredes las hogueras encendidas en su interior. ¿El resultado? Muros repletos de dibujos, más o menos realistas, más o menos paganos, que nos dejan un testimonio vivo del pensamiento de aquellos hombres que esperaban llegar la muerte. Un espectacular programa iconográfico que nos muestra a diversos animales de la zona, a santos más o menos agraciados, y a vírgenes locales, que se dan la mano con las representaciones más paganas propias de las leyendas pirenaicas. Curiosos símbolos que están considerados un Bien de Interés Cultural.



Uno de los dibujos más famosos de la Cárcel de Broto. Todos los dibujos aparecen rodeados de multitud de rayas, a modo de pinchos. Cada una de estas rayas corresponde a un día más que el artista del grabado pasó en prisión.


Y si todo esto os ha sabido a poco, la zona está salpicada con pequeños municipios como Sarvisé, donde podeis hacer, por ejemplo, excursiones a caballo y disfrutar de una maravillosa comida sin gluten; u Oto, mirador privilegiado de los Pirineos. Y a escasa distancia de Torla teneis el acceso al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, o bien podeis perderos por los parajes sacados de los cuentos y las leyendas pirenaicas, del Valle de Bujaruelo... lugares donde perderse, disfrutar, y soñar... pero eso, ya es otra historia.

La senda está marcada, ¿os unís al viaje?
Valle de Bujaruelo




Algunos datos de interés:

Fragén
Casa Arnal
C/ Real, 18
22377 Fragen (Huesca)
Tlf: 974 48 61 62 Móvil: 699 60 40 37
www.stararagon.com/casaarnal casaarnal@hotmail.com


Torla
Restaurante El Duende
C/ La Iglesia
Torla (Huesca)
Fax y tlf: 974 48 60 32
www.elduenderestaurante.com elduenderestaurante@hotmail.com


Sarvisé
Casa Frauca, Hotel - Restaurante
Carretera de Ordesa
22374 Sarvisé (Huesca)
Tlf: 974 48 63 53 Fax: 974 48 67 89
www.casafrauca.com www.vallebroto.com/casafrauca


domingo, 4 de octubre de 2009

Celíacos Famosos (VIII): Terence Stamp

Hola! En el apartado de celíacos famosos, hoy os presento a uno de los grandes del cine: el actor londinense Terence Stamp:



Terence Stamp nació el 22 de julio de 1939 en Stepney, Londres, pero pronto se trasladó a Plainstow debido a los bombardeos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
Comenzó su andadura profesional en el mundo del teatro, como muchos de los grandes, coincidiendo en su escuela con actores de la talla del dos veces ganador del Óscar, Michael Caine. Sin embargo, su etapa sobre las tablas duró poco, y en seguida se entregó por completo a su faceta más recordada: el cine. Se entregó de tal manera que su primera película le valió también su primera nominación al Óscar; corría el año 1962 y en los cines se estrenaba "La Fragata Infernal", de Peter Ustinov (basada en la novela de Herman Melville, "Billy Budd"). A partir de allí comenzó ya a trabajar con los grandes: entre su filmografía se encuentran películas como El Coleccionista (1965) de William Wyler, o Historias extraordinarias (1968) de Federico Fellini.

Y en cuanto a su vida privada, sus conquistas amorosas tampoco se quedaban atrás; mujeres tan deseadas del momento como las actrices Julie Christie, Bridgette Bardot, o la modelo Jean Shrimpton son sólo algunas de las divas del momento que sucumbieron a sus ojos verdes. Precisamente a raíz de su ruptura con Jean Shrimpton, Terence decidió abandonar temporalmente el glamouroso mundo del cine, y reconstruir de nuevo su vida; tras una larga estancia de aprendizaje espiritual en la India, regresó del nuevo al mundo de los sueños, y de la popularidad, de la mano del General Zod, su personaje en la película Superman II (de Richard Lester, 1980) y uno de sus papeles más recordados; el público volvía a estar junto a Terence, y también la crítica, ya que tan sólo cuatro años después, ganó la Grand Medaille de Vermeil de París, por su actuación en La Venganza (de Stephen Frears, 1984); curiosamente en esta película interpretaba a un londinense que se evade de su mundo para regresar de nuevo a su vida mucho más sabio espiritualmente. Coincidencias del destino.

A partir de aquí el público podía admirar a Terence en películas tan famosas como Peligrosamente juntos (de Ivan Reitman, 1986), Las aventuras de Priscilla, reina del desierto (de Stephan Elliot, 1994), El Halcón inglés (de Steven Soderbergh, 1999), Bowfinger, el pícaro (de Frank Oz, 1999), Star Wars: Episodio I - La amenaza fantasma (de George Lucas, 1999), Elektra (de Rob Bowman, 2005), Superagente 86 de película (de Peter Segal, 2008), o Valkyria (de Bryan Singer, 2008), entre otras, demostrando que es un actor "todo terreno" que se maneja con facilidad en todo tipo de géneros (sobre todo ciencia ficción, su preferido) e historias, y que es capaz de mantenerse en lo alto hasta la actualidad:


Terence como el General Zod, en la película Superman II

Terence en una de sus últimas interpretaciones, en Valkyria, junto a Tom Cruise

"Cuando era niño adoraba la ciencia ficción. Era un modo muy moderno de afrontar la realidad. Estaba interesadísimo en ver contada la vida que vivíamos según otra perspectiva y adoraba a los grandes escritores de ciencia - ficción y las cosas que provenía de otros mundos. La ciencia ficción era muy importante para mí y nunca me han gustado las películas que no resaltasen correctamente los valores"
(Terence Stamp)


"Habiendo estado diez años fuera del negocio comprendí que el modo de perpetuar una larga carrera era simplemente profundizar más y más. Y en el modo en el que yo profundizo es aceptando cosas que no he hecho, encarando cosas que signifiquen que tengo que franquear la barrera del miedo"
(Terence Stamp)


Pero además, este gran actor (al que le queda un sueño por cumplir: trabajar con Steven Spielberg) es también un escritor amateur; a sus memorias (que por el momento, ocupan ya tres volúmenes), y a su primera novela, The Night, hay que añadir también un libro de recetas escrito conjuntamente con Elizabeth Buxton, libro en el que además de su faceta de escritor, se une también su celiaquía, ya que el libro está destinado a ofrecer recetas sin gluten.
Además, este "nuevo celíaco" (fue diagnosticado a los 60 años) cuenta también con su propia gama de productos: The Stamp Collection, una gama de productos sin gluten y sin lactosa.


"The Stamp Collection Cookbook", libro de recetas sin gluten

La relación de Terence con la celiaquía comenzó tarde, ya que nunca sospechó que fuera el gluten el causante de sus recurrentes problemas. Curiosamente fue en un viaje a Roma en el que coincidió con Fellini, cuando el astrólogo del director le planteó la posibilidad de que su dieta fuera la causante de sus ocasionales problemas de salud. Así, Terence durante bastante tiempo siguió una estricta dieta vegetariana, con la esperanza de que al eliminar la carne de su dieta, su salud mejoraría. Terence siguió diversas dietas: eliminó la carne de sus platos, la leche, el chocolate, los pasteles... sin sospechar que el causante de sus males fuera una única sustancia: el gluten. Finalmente, fue gracias a su fisioterapeuta, quien era amiga de una celíaca, cuando Terence pudo hallar el porqué de sus preguntas. Finalmente, de la nueva amistad entre Terence Stamp y Elizabeth Buxton nació la Stamp Collection: harinas, pasta, quesos, chocolates... y por supuesto comida vegetariana, sin gluten.

Otro reto más superado para este gigante del cine

Tableta de chocolate de Stamp Collection